Prensa

Lo que se viene, los desafíos de 2015

 

El 2015 reúne características distintivas respecto a la etapa precedente. Asume el tercer gobierno del Frente Amplio, luego de un triunfo aplastante en las urnas de Tabaré Vázquez frente a Lacalle Pou. Pero el nuevo gobierno tendrá lugar en un escenario de agudización de todas las contradicciones económicas y políticas de proporciones crecientes.

 

Crisis económica...

 

Asistimos al fin de una década de un ciclo ascendente de los precios de las materias primas que Uruguay exporta y que han sido el principal motor de expansión económica. Detrás de esta caída se encuentra el desarrollo de la crisis mundial que sigue su curso implacable. Es la expresión de una sobreproducción mundial que no encuentra colocación en mercados que se derrumban, principalmente en las denominadas “potencias emergentes” entre ellas Brasil, China, India y Rusia, y que es amplificada por la acción de los fondos financieros que han especulado con los aumentos de precios, formando una “burbuja” que comienza a explotar. Esta explosión se expresa en la caída brutal de los precios del petróleo que ha retrocedido un 100% en los últimos meses, y que arrastra al conjunto del sistema bancario y fondos especulativos con ella. Esta crisis golpea a las empresas petroleras de Argentina, Venezuela, Brasil, Rusia, entre muchas otras, y ha impulsado devaluaciones de sus monedas. Junto con China, estos países representan el 50% de las exportaciones uruguayas, la dependencia a la crisis mundial es extrema.

 

La caída de los precios de las materias primas se conjuga con el agotamiento de la etapa de “dinero barato”, donde ha culminado el financiamiento del crédito público y privado a baja tasa de  interés, bajo cuyo impulso el endeudamiento del Estado y los capitalistas ha sido exorbitante. El fracaso de la emisión de deuda pública a 2020, cuya demanda fue 70% menor a lo licitado y con un interés 15% por encima del mercado (El País, 24/12/2014) indica lo que se viene: la tendencia hacia una fuga de capitales. Bajo una década de gobierno del Frente Amplio la deuda externa no ha hecho más que crecer, sólo ha sido “pateada para adelante” agrandando, cada vez más, el déficit fiscal del Estado.

 

En este cuadro, la burguesía pide un ajuste sobre el gasto público: menos plata para la educación, salud y vivienda y más para subsidios para las multinacionales y el pago de la deuda externa; y un ajuste sobre los salarios por debajo de la productividad y la inflación. Es la política que impulsa el FMI para Uruguay (Búsqueda, 24/12/2014). En Europa las consecuencias de esta orientación han empujado a la profundización de la recesión y la crisis, a salvar a los bancos y al gran capital a costa del pueblo trabajador. Por otra parte, un sector de la burguesía se orienta también hacia una devaluación que mejore sus precios relativos a nivel internacional, licue las deudas y tire abajo los salarios. La salida devaluatoria se impone en el presente escenario.

 

...nuevo gabinete

 

El programa que impulsa Tabaré Vázquez promete duros choques con el movimiento popular, pues expresa las necesidades de la clase capitalista en la presente etapa. La designación del gabinete (48hs después de electo y sin consultar con el propio FA) recibió el apoyo generalizado del capital, de los mandos policiales y militares. El futuro ministro de Economía, Astori,  tuvo su bautismo con la Unión de Exportadores a quiénes les prometió mantener sus beneficios y “ajustar” el precio de la moneda con respecto al dólar. Muñoz, al frente Ministerio de Educación fue bendecida por su experiencia en enfrentar a los sindicatos, y su Vice-ministro –Filgueira- por su programa de privatización de la educación a la “chilena”. Bonomi, un defensor de la política de represión a la juventud, que carga con el asesinato de Sergio Lemos en Santa Catalina, fue garantizado en su cargo, al igual que Huidobro cuya designación expresa el pacto del gobierno con los mandos militares que impide el juicio y castigo y obstaculiza la lucha contra la impunidad.

La designación de este gabinete manifiesta que el 'giro a la derecha' que se señalaba frente a un posible triunfo de Lacalle Pou se produce al interior del propio gobierno del Frente Amplio. El ajuste viene desde adentro.

 

Un programa

El 2015 será un año decisivo. La clase capitalista está decidida a descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Sin embargo, el gobierno que debe llevar adelante este trabajo sucio asume en cuadro de crecientes cuestionamientos desde sus propias bases. Las contradicciones de la bancarrota económica y política se alimentan mutuamente.

 

La lucha por el presupuesto será clave, porque planteará la ruta de intervención de los trabajadores y la juventud en la crisis. La consigna de terminar con los subsidios al gran capital ganó popularidad en las luchas pasadas, así como el aumento de los recursos para solucionar los problemas de infreaestructura de escuelas, liceos, facultades y hospitales en todo el país. Un salario igual a la canasta familiar; la reconstrucción de un sistema de salud único y estatal bajo la dirección de los trabajadores, para garantizar una salud de calidad al servicio del pueblo trabajador, la eliminación de todos los programas, reformas y convenios con privados que apuntan a la mercantilización y privatización de la educación pública; y la lucha por una educación autónoma y cogobernada al servicio de los explotados, están en la agenda de las próximos combates.

 

La intervención en esta lucha debe ser preparada mediante la agitación de un programa que enfrente la política oficial. Esto implica: rechazar el pago de la deuda externa, la devaluación de la moneda, el ajuste fiscal y sobre los salarios oponiéndole la nacionalización del sistema financiero para evitar la fuga de capitales y concentrar el ahorro nacional en función de la organización de un plan de desarrollo económico al servicio de las mayorías nacionales.

 

Nos adentramos en un período histórico, de transición, en donde ‘los de abajo’ comienzan a soportar cada vez menos las condiciones a las que los condena el régimen económico y político vigente -como la han demostrado las luchas recientes de los trabajadores de supermercados o funcionarios públicos-, mientras que ‘los de arriba’ no podrán continuar gobernando como lo venían haciendo. Se abre una nueva etapa, donde el enfrentamiento entre la clase capitalista y los trabajadores definirá quién pagará los costos de la nueva crisis. Ésta es la esencia de una crisis de conjunto. El desafío de la izquierda, de la juventud y los luchadores es impulsar un reagrupamiento político de lucha que desenvuelva con sus métodos y su propia política una alternativa de poder frente a este derrumbe económico y político.

31/12/2014

La precarización laboral en la juventud    

En los recientes discursos de los truinfantes candidatos del Frente Amplio, el Partido Nacional y el Partido Colorado no hubo ni una sola mención a las condiciones de trabajo que viven miles de jóvenes uruguayos. Los programas de estos partidos tampoco abordan este problema fundamental. El siguiente artículo desenvuelve la situación de la juventud dentro de una comprensión de conjunto del capitalismo en Uruguay.
 
La precarización del trabajo en la juventud uruguaya ya es un dato de larga data, lo nuevo a mencionar es que dicha tendencia viene en ascenso. Mientras el gobierno en plena campaña electoral levanta banderas de reducción de la pobreza y marginalidad, no menciona que la desocupación ha llegado en este ultimo año al 6,6%. La juventud se encuentra en peores condiciones ya que es la franja etaria que está mayormente afectada en términos de desocupación: en los jóvenes menores de 25 años llega al 20% y más del 30% trabaja en negro o están subempleados.
Si le sumamos al aumento de desocupación (concentrado mayormente en la juventud) la mala calidad del empleo existente y el encarecimiento de los precios de consumo básico (la tasa de inflación se ubica actualmente en el 9,8% y supera este porcentaje en los rubros de alimentos, vestimenta, etc.), la suma da números rojos para la juventud trabajadora. El resultado es que el costo de vida es cada vez más alto y cada vez mas bajo su condiciones de trabajo y capacidad de compra.
Esta realidad debe ser contrastada con los beneficios que actualmente el Estado le otorga a las empresas extranjeras como por ejemplo la exoneración de impuestos (mediante leyes de zona franca, ley de inversiones, etc.). En la última década, los beneficios girados al extranjero por las grandes multinacionales han crecido exponencialmente. El “desarrollo de las fuerzas productivas” basado en la primarización de la economía -o su revés: ausencia de industrialización- no se ha reflejado en los salarios de los trabajadores jóvenes. Dicho de otra manera, las enormes beneficios de las empresas extranjeras están basados en la precarización laboral.
Está década ha consagrado la polarización social propia del capitalismo: la acumulación de la riqueza en pocas manos y de la pobreza en la mayoría.
El crecimiento salarial
No se pueden colocar entonces progresos en términos salariales aislándolos del conjunto de la economía nacional. El salario creció menos que el PIB, lo que significa que el leve crecimiento de los salarios reales han sido siempre por debajo de la productividad. Los trabajadores se apropian de una parte cada vez menor de la “torta” que hay para repartir. Hay crecimiento salarial, pero crece más la ganancia del capital.
Esta idea tan elemental es ocultada por los partidos de gobierno, incluso aquellos que tienen fuerte ascendencia sobre el movimiento obrero como el PCU. El discurso “electoral” de estos partidos cumple una función mistificante de la realidad: mencionan la suba del salario en comparación con la crisis del 2002. Este argumento es incorrecto además de peligroso si se toma en cuenta que el salario no solo no aumentó lo suficiente como para verlo reflejado en la capacidad de compra de los trabajadores, si se toma en cuenta datos como la inflación, sino que si tomamos el salario en un periodo histórico más amplio, podemos sacar reales conclusiones políticas. El salario real creció si se toma a la crisis del 2002 como punto de referencia, pero lo cierto es que el salario actual no llega a las cifras de los años 1998 -y la situación empeora si vamos más hacia atrás en el tiempo. Lo cual estaría justamente reafirmando que efectivamente el salario y sus aumentos no han puesto en cuestión la ganancia capitalista, y es justamente por esto que embanderarse con subas salariales que no representan los costes de vida de los trabajadores es una falacia más en campaña electoral.
Finalmente, las última ronda de Consejos de Salarios ha echado por la borda la tesis de la expansión salarial bajo un nuevo gobierno del Frente Amplio. En 2013, el Ministerio de Economía puso un “techo” salarial de ajuste del 5% -interviniendo en casos como el convenio de la bebida cuando era superado- bajo la idea de detener el crecimiento salarial por las “presiones inflacionarias”, la “incertidumbre internacional” o el “menor crecimiento económico”, es decir, atacar el salario frente a la perspectiva de crisis. De esta manera, los techos salariales de las negociaciones colectivas son funcionales a las ganancias capitalistas. El límite del crecimiento salarial es la crisis capitalista.

Una perspectiva de izquierda

Lacalle Pou, Bordaberry o Tabaré Vázquez no brindan salidas a estos problemas fundamentales de la juventud; son las alternativas de ajuste de derecha o centroizquierda contra los trabajadores.
Desde La Clase llamamos a luchar contra la cada vez mayor precarización laboral en la juventud, por salarios equiparable a los precios que el trabajador debe pagar para poder comer y vivir, es decir, igual al costo de la canasta familiar. Esta combate es inseparable de la lucha por abrir una perspectiva anticapitalista en Uruguay. 

 

 

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Compartimos un fragmento de la murga "Cayó La Cabra" de 2014 con una excelente crítica humorístca sobre las condiciones de vida y trabajo de la juventud.

www.youtube.com/watch?v=-O8nuEGVlvM

 

Decimos: No a la baja!

En Octubre, junto con las elecciones nacionales se vota también la reforma constitucional para bajar la edad de imputabilidad impulsada por Bordaberry y Lacalle Pou. El referéndum constituye una “solución” que implica más violencia y represión hacia la juventud más castigada por el capitalismo.


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La política de la derecha

 

Las medidas que se impulsan son: 1) Aplicar el código penal adulto a partir de los 16 años; 2) Creación de un instituto de reclusión y rehabilitación especializado en menores de 18 años; 3) Mantener los antecedentes de los menores de 16 años una vez que estos alcanzan la mayoría de edad; 4) Responsabilizar a los adultos que utilicen menores de edad para cometer delitos.

 

La aplicación del código penal adulto a los menores viola la Convención de los Derechos del Niño. Se ha argumentado, además, que los adolescentes son imputables desde los 13 años bajo el Código Penal Adolescente. Por otra parte, el resto de las medidas han sido contempladas por iniciativas del propio gobierno del Frente Amplio. Así, la creación del SIRPA (Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente), aprobado en el parlamento en 2011 y puesto en funcionamiento a principios de 2012, responde al ítem 2. En 2011 modificaron las disposiciones que permiten mantener los antecedentes de los menores de 16 años (aunque el referéndum propone mantenerlos de forma indeterminada). Finalmente, el art. 59 del capítulo II del Código Penal, ya contempla responsabilizar a los adultos que utilicen menores para cometer delitos.

 

Ya estamos por debajo de la baja”

 

De modo que muchas de las soluciones violentas y represivas impulsadas por la derecha, han sido tomadas por el gobierno configurando un “consenso conservador” adoptado por los partidos del régimen. Bonomi ha sido claro al respecto cuando afirmó que el FA “ no ha sabido decir que el menor ya es responsable desde los 13. A la baja de la edad de imputabilidad a los 16 no hay que decirle no, porque ya estamos por debajo de la baja” (La Diaria, 17/04).

 

La orientación de criminalizar la pobreza y a las jóvenes se inscribe en un conjunto de políticas represivas de gobierno como son el Proyecto de Internación Compulsiva, la Ley de faltas, las modificaciones propuestas al código penal adolescente que duplican las penas a los menores o la política de razzias en los barrios más pauperizados desarrolladas por el Ministerio del Interior. Esta es la alternativa 'progresista' que se propone continuar Tabaré Vázquez.

 

La conclusión evidente es que la campaña de No a la Baja debe realizarse con independencia política, denunciando a la derecha y al gobierno.

 

Conquistemos nuestro futuro

La cuestión de la “seguridad” y la consecuente política de represión pretende ocultar la responsabilidad del Estado en cuanto a las condiciones materiales en la que vive en la actualidad gran parte de la juventud uruguaya: La precarización laboral, las tercerizaciones, el trabajo en negro, los bajos salarios (800.000 trabajadores ganan menos de $14000 y la mitad de ellos son jóvenes) y la postergación de las necesidades de educación, salud o vivienda. Esta política sirve, entonces, para victimizar a los jóvenes precarizados y para justificar el ‘gatillo’ fácil -como como ocurrió con Sergio Lemos en Santa Catalina.

 

Desde La Clase luchamos por la eliminación de todas las leyes que apuntan a la criminalización de la juventud y de la pobreza. Pero no sólo esto. Se trata de modificar de raíz las condiciones sociales en las que viven miles de jóvenes y adultos en nuestro país; terminar con la flexibilización y precarización laboral, con el trabajo en negro y los salarios de miseria. Para acabar con la 'inseguridad ciudadana' es necesario poner fin a esta miseria social que causa el capitalismo y reemplazar el aparato de represión del Estado, que está al servicio de los explotadores, por organizaciones de los trabajadores mismos. Luchamos para que la juventud se organice y conquiste su futuro.

 

 

TLC Mercosur-Israel, un instrumento de opresión

Tabaré Vázquez junto al gobierno de Israel, Agosto de 2008. 


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Luego de semanas de bombardeos sistemáticos, de una masacre consciente contra el pueblo palestino en Gaza por parte del Estado de Israel, los gobiernos del Mercosur finalmente se declararon en contra de  "la política criminal de carácter genocida (...) del gobierno de Israel contra el pueblo palestino, asesinando alevosamente a la población civil incluyendo, mujeres, niñas y niños." (Infobae, 29/7). En Uruguay, la centroizquierda ha reclamado "el fin de la violencia" y el incio de un "proceso de paz". 

Las declaraciones son letra muerta sino implican la ruptura de relaciones con Israel, que desde 2008 es un importante "socio comercial" del Mercosur momento en que se firmó un Tratado de Libre Comercio. En Uruguay, cuyo gobierno -encabezado por Tabaré Vázquez- fue el principal promotor de este acuerdo,  el TLC se aprobó por unanimidad con los votos del Partido Colorado, Partido Nacional y Frente Amplio. 

Este acuerdo se ha transformado en un instrumento de opresión del pueblo palestino. Desde septiembre de 2000, Israel rotuló como propia el 13 por ciento de la tierra agrícola de la Franja. El Estado sionista impide que los productos de Gaza lleguen a los mercados israelíes, al mismo tiempo que impide la llegada de materias primas desde Israel. A causa de este bloqueo -que como señaló Saramago ha hecho de Gaza "una cáercel a cielo abierto"- las fábricas cerraron y se disparó el desempleo a casi un 80% de población. 

Yossi Wolfson -periodista israelí- había señalado hace ya algunos años que "la dependencia económica de Gaza respecto de Israel es el fruto de una política deliberada que se viene aplicando desde hace décadas. En Gaza, como en Cisjordania, Israel obstaculizó cualquier industria naciente que pudiera competir con ella. Reforzó la dependencia de Gaza de la electricidad y el gas israelí. Convirtió a los habitantes de Gaza en una fuerza de trabajo barata para la industria israelí, primero en Israel y luego desarrollando un área industrial en el cruce de Erez. Israel se benefició de la dependencia de Gaza de sus productos". 

Desde la firma del TLC con Israel hasta 2013, el comercio se ha incrementado sustancialmente. Las multinacionales que operan en Uruguay han multiplicado por cinco las exportaciones a Israel, al tiempo que los productos israelíes -que incluyen, por ejemplo, sistemas de seguridad de alta tecnología- han triplicado su flujo hacia Uruguay. (Datos de Uruguay XXI). En una palabra, los lazos comerciales con Israel adquirieron niveles sin precedentes. Este hecho, transforma a los gobiernos del Mercosur en cómplices del sometimiento de Israel contra el pueblo Palestino. 

Movilicémonos para impedir que entren al país mercancías manchadas con la sangre de los palestinos de Gaza. Movilicémonos para impedir que lleguen a Israel productos uruguayos y del Mercosur que sean usados para reforzar la opresión de los palestinos. Movilicémonos para exigir la rutpura del TLC con los sitiadores que masacran niños y mujeres en Gaza. 

  • Por la defensa de Gaza
  • Por la libertad para sus habitantes
  • Fuera el ejército sionista
  • Fuera la política de limpieza étnica del sionismo
  • Por una república democrática, laica, unidad y socialista en los territorios históricos de palestina

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Prensa La Clase nº 6 Boletín 6.1.pdf (982795)

 

Prensa La Clase nº 5 Prensa La ClaseNº 5.pdf (1554744)

Prensa La Clase nº 4 La Clase Nº4.pdf (1838491)

Prensa La Clase nº 3 Prensa LaClase Nº3.pdf (1639291)

Prensa La Clase nº 2 Prensa La Clase 2.pdf (1450637)

Prensa La Clase nº 1 Prensa La Clase Nº 1.pdf (1538383)