Reforma Universitaria y Revolución

17.05.2014 13:09


La Reforma de Córdoba de 1918 ocupa un lugar central en la historia de América Latina, pues todas las generaciones posteriores fueron tributarias del movimiento que inician los estudiantes cordobeses y que rápidamente se extendió a todo el continente durante la década del '20 y su huella aún perdura en el presente. Quizás, el mayor mérito de este proceso que funda al movimiento estudiantil latinoamericano es haber puesto de relieve la unidad de la transformación educativa y cultural con la transformación social y política de la sociedad. Así lo entendieron sus protagonistas que, alejados de todo academicismo o apoliticismo, se embarcaron en decididas luchas políticas y sociales.

En este cuadro, el pensamiento revolucionario latinoamericano en torno a las Reformas Universitarias ha sido por demás fecundo. Rescatar la acción y la teoría de Juan Carlos Mariátegui, Julio Antonio Mella o el Che Guevara se vuelve una tarea esencial para el movimiento estudiantil uruguayo en momentos donde en la Universidad de la República se debate la llamada "Segunda Reforma Universitaria" cuyos promotores desde el rectorado se embaderan con las ropas y consignas de la Reforma de Córdoba. Por ello, es preciso asumir una comprensión de conjunto del lugar histórico y los alcances de la Reforma del '18 pues, al decir de Alma Bolón la propuesta actual del rectorado de la Udelar apenas condimenta con una terminología "cordobesa" un plato cocinado con ingredientes del reformador empesariado europeo. Aquella Reforma anunciaba la revolución -aunque sin encontrar el sujeto colectivo de transformación social. Esta "segunda" Reforma enuncia la unión de la Universidad con el capitalismo.


Las reivindicaciones democrátias que le dieron vida a la Reforma de Córdoba mantienen hoy toda su vigencia: la lucha por la autonomía, la partidad de órdenes en el cogobierno, la docencia libre, la cátedra paralela o extensión universitaria. Se trata de integrar estas reivindicaciones a un planteamiento de conjunto de la cuestión educativa. Esta lucha debe partir de la conclusión a la que arribaron los sectores más avanzados del movimiento reformista: la transformación educativa es inseparable de la transformación social dirigida por la clase obrera contra la opresión y la miseria capitalista. La "segunda" Reforma debe ser una Revolución educativa que sólo puede realizarse como revolución social.

A continuación, presentamos algunos textos fundamentales para abordar este problema central del movimiento estudiantil desde su fundación: Reforma Universitaria y Revolución

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