Un balance de las elecciones nacionales

20.11.2014 17:14

Balance de las elecciones nacionales

Avance de la izquierda

Las elecciones del 26 de octubre han tenido como resultado el triunfo del Frente Amplio, el retroceso de la derecha y la emergencia de la izquierda no frenteamplista en el escenario político nacional. 

El candidato ideal

El triunfo al Frente Amplio con un 48% de los votos puso de manifiesto un cuestión central: la derecha no logró canalizar el descontento con el FA y fue la gran derrotada de la jornada. Con una votación del 32% para los blancos y un 13 % para los colorados y a pesar de la inmensa campaña de marketing y de que las encuestas le eran favorables en exceso, el Partido Nacional no creció más allá de un par de puntos respecto de la elección anterior. Al contrario, sumados ambos partidos cayeron 25 mil votos.

Por lo tanto, se desprende una conclusión importante. La oposición de derecha, Partido Nacional y Colorado, no reúnen las condiciones para gobernar, precisamente como consecuencia del agravamiento de la crisis mundial.

Los grandes monopolios le han dado su voto de confianza al Frente Amplio en virtud de dos cuestiones centrales: de un lado, es el partido que ha permitido, a partir de una política decididamente favorable a los intereses del capital, un desenvolvimiento de la acumulación capitalista en niveles históricos. Por otro lado, el FA es el único que garantiza la regimentación sobre las organizaciones populares, condición fundamental para mantener los bajos salarios, el trabajo precario, etc., es decir, las condiciones que viabilizan la penetración del capital financiero.

Al día siguiente de la elección, los capitalistas festejaron: los títulos de deuda pública uruguaya que se comercializan en las principales bolsas financieras repuntaron. Los analistas de la banca de inversión Standar & Poors señalan que prefieren a Tabaré Vázquez hacia el balotagge, aunque entre Tabaré y Lacalle “hay consenso en las principales líneas programáticas” (Búsqueda, 31/10). El apoyo financiero de la burguesía fue principalmente hacia la campaña del Frente Amplio, quién recaudo más que ningún otro partido. Como señalamos en el reciente Manifiesto político de La Clase “Tabaré Vázquez, junto con Astori como Ministro de Economía, es el candidato ideal de los grandes capitales”.

 

La votación del Frente Amplio

El FA triunfó en casi todos los departamentos, especialmente allí donde reinan los exportadores de la soja, la carne, la pasta de celulosa, la madera y las finanzas. Sólo perdió con el PN en cinco departamentos del centro del país.

En la votación al interior del FA ocurrió un desplazamiento de los sectores más derechistas y la emergencia de las tendencias que se presentan de “izquierda”. De este modo, el FA sufrió un voto “castigo” a las listas de Astori-Lorenzo, que perdió un tercio de votantes (90.000), a la CAP-L de Huidobro que se derrumbó a sólo 8.000 votos (en 2009 obtuvo 80.000) y que junto a la Vertiente Artiguista quedaron afuera del parlamento. En contrapartida, el bloque de Constanza metió dos diputados y un senador (80.000 votos) y consiguió parte del objetivo de transformarse en colectora de una parte de los “desencantados” del FA, de aquellos que se encuentran en principio de ruptura con el gobierno. La lista 711, que encabeza Sendic, capitalizó también el derrumbe de los Astori-Lorenzo, en tanto el MPP y el PCU mantuvieron sus votos (a pesar de la incorporación de Cárambula, lo que disimula una caída de sus votos).

La agenda de Vázquez promete duros choques con el movimiento popular, como por ejemplo, el ataque y la privatización a la educación pública con el 'voucher educativo', el ajuste del presupuesto e incluso la política de seguridad pública. Con su casi asegurado triunfo en la segunda vuelta, se abre un escenario donde se profundizan las contradicciones que han llevado a este resultado electoral: incipiente ruptura por izquierda con el gobierno.

Al Frente Amplio lo han votado todas las clases sociales. A Vázquez lo votaron los trabajadores de la construcción organizados en el SUNCA y la gran burguesía de Techint, que aportó millones de dólares a la campaña electoral del FA; los trabajadores del campo, de la soja y los Cargill, Dreyfus y grandes capitales del agronegocio, etc. ¿Por qué los trabajadores han continuado apoyando de forma importante al Frente Amplio? En primer lugar, ha funcionado eficientemente el chantaje de “voto útil” contra Lacalle Pou-Bordaberry. Por otra parte, los trabajadores no sienten una caída absoluta de su nivel de vida (si bien mediante el endeudamiento de las familias, acotados incrementos de salario por debajo de la productividad se ha impulsado una mayor explotación) y confían en que sus verdugos se encargarán de satisfacer sus reivindicaciones.

El arbitraje entre las clases de Tabaré Vázquez y el FA apuntala el sistema de colaboración de clases (entre la burguesía y la clase obrera), distintivo de este gobierno a diferencia de blancos y colorados, pero en un marco de retroceso económico y “achique” de los recursos para ejercer ese arbitraje. En este punto, Tabaré Vázquez y el FA buscarán acentuar todas las tendencias presentes de integración y cooptación de las direcciones de las organizaciones populares al Estado. En este cuadro dominado por la reversión de la expansión económica, está política promete agudizar toda suerte de choques, crisis y realineamientos en el seno de las organizaciones de los trabajadores y la juventud, y de conjunto, acentuarse el “desencanto” con el Frente Amplio. La intervención de quienes luchamos desde una perspectiva anticapitalista debe considerar estas tendencias presentes: el desenvolvimiento de la crisis mundial y el agotamiento del FA, como recurso último de la burguesía para contener a las masas trabajadoras.

 

La izquierda, una posibilidad histórica

Por ello, lo destacable de la elección es que ha sido una fotografía de la creciente tendencia a la ruptura política con el Frente Amplio. Los partidos que se presentaban a la izquierda del FA han tenido un crecimiento exponencial, y sumados a los votos blancos o anulados constituyen una cifra considerable que ronda el 5% de los votos, es decir más de 120 mil votos.

La Unidad Popular obtuvo 24000 votos conquistando un diputado, mientras el Partido Ecológico Radical Intransigente obtuvo 17000. El PT, obtuvo más de 3000 votos, cuadriplicando las votación de las internas. De este modo más de 44000 personas optaron por votar por alguna de las alternativas a la izquierda del FA, es decir, se triplicó esta opción en relación a 2009.

A diferencia de otras opciones de izquierda, el Partido de los Trabajadores ha conquistado un lugar en el escenario político nacional mediante una lucha electoral, en donde realizó una confrontación de programas con los partidos que defienden los intereses de la burguesía. El PT ha levantado una alternativa de futuro para la juventud, para los trabajadores, ha colocado la defensa del salario y las condiciones de vida de los trabajadores, la defensa de la educación, la salud, la vivienda, en una perspectiva de transformación social, convocando a dar esta lucha de manera consciente, con un norte estratégico: llamando a construir una alternativa obrera y socialista frente a los partidos del capital. Lenta y persistentemente se va desarrollando un oposición política socialista, con independencia de clase.

Desde La Clase apoyamos fuertemente este programa que ahora nos convoca continuar en esta perspectiva de lucha y organización de la juventud. El cuadro político abierto coloca a la juventud estudiantil y trabajadora frente a un desafío histórico -del cual esta campaña electoral ha sido preparatoria: organizarnos para pelear por nuestras reivindicaciones, construyendo una organización de combate de los jóvenes que luche por el poder político de clase obrera, único camino para que la crisis la paguen los capitalistas.